Lavaplatos





Un lavavajillas es un aparato mecánico para limpiar los restos de la comida de la vajilla, cristalería y utensilios de cocina. Se encuentra en restaurantes y también en domicilios.

Los lavavajillas utilizan la circulación de agua a una alta temperatura (55-65 grados Celsius) y detergentes muy fuertes (la mayoría, demasiado alcalinos para exponerlos a la piel) para conseguir este efecto de limpieza. El lavavajillas es, por lo tanto, un aparato que proyecta agua sobre la vajilla, ya sea agua con detergente, al principio, o pura al final para aclarar. Muchos tienen también elementos de calor para secar los utensilios después de lavados.

El lavavajillas cuenta con una o más bandejas extraíbles en las que se coloca la vajilla. Fabricadas en plástico o metal, suelen estar diseñadas para introducir el mayor número de elementos: los platos apoyados en soportes verticales, los vasos en una cubeta, etc. También cuentan con un filtro que retiene los restos más gruesos y debe ser limpiado periódicamente.

Historia

Las primeras noticias de un aparato mecánico para lavar platos son de una patente de 1850 de Joel Houghton para un aparato accionado manualmente.

Los lavavajillas modernos descienden del invento de 1886 de Josephine Cochrane, también manual, que presentó en la Feria Mundial de Chicago de 1893. Josephine era bastante rica y era la nieta de John Fitch, el inventor del barco de vapor. Ella nunca lavaba los platos pero lo inventó para que su servicio no dañara su vajilla de porcelana china.

Los modelos instalados con fontanería permanente llegaron en los años 1920 y los elementos de secado se añadieron en 1940.

La adopción del electrodoméstico se hizo primero en establecimientos - bares y restaurantes - pero a partir de los años 70 se popularizó también en los hogares.

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